viernes, 18 de septiembre de 2009

Música Militar en las Campañas



Pisco, 15 de septiembre de 1820

El Virrey envió un parlamentario al campamento del Libertador San Martín cuyo objetivo oculto, era lograr el mayor número de informes sobre ese ejército. Como se suponía que en la parte reservada de su comisión existía el enterase del numero de retretas que por la noche oyese romper en la casa del General en Jefe, San Martín dispuso dividir y dispersar sus bandas de Música organizando un simulacro de bandas que lo desorientasen y con este concepto el Jefe del Estado Mayor dispuso que se arreglasen en torno a los cimarrones, unas con música y cajas, otras con cajas y pifanos, otras con cajas y cornetas, y otras de cornetas solas,.en mayor numero que el de cuerpos con que realmente contaba el ejercito.
Escribe el General Espejo, que llegada la hora de la retreta, empezó el estrepitoso toque de una banda tras otra, y advertimos que el parlamentario oía y parecía llevar cuenta de ellas; más en cuanto pasaron de veinte, Escudero tal como se llamaba el español, empezó a desconfiar de la verdad. Escudero que era andaluz, le pregunto entonces al edecán del Gran Capitán Caparroz: Dígame Usted: ¿Cuántas músicas tienen ustedes?. Y el Capitán Caparroz sin detenerse, respondió: veinte, ¿y Ustedes? Escudero contesto al golpe: Cincuenta, y con la de la Catedral Cincuenta y Una.

Las bandas de música del Ejército de los Andes merecieron elogiosos comentarios en Chile y Perú. Damián Hudson en sus Recuerdos Históricos nos trae a la memoria estos conjuntos al referirse al juramento de las banderas en Mendoza: «A la hora conveniente el ejército de gran parada, se puso en marcha dirigiéndose a la plaza al son de cuatro músicas militares que poseían los cuerpos de infantería y de las bandas de cornetas de la caballería... las aclamaciones del pueblo se sumaron a las marciales armonías de las bandas de música, de tambores y clarines...». El mismo autor describe la partida de Mendoza del Ejército de los Andes, el 20 de enero de 1817: «Un inmenso pueblo estaba allí reunido para dar el adiós al ejército. Este salió de su campo de instrucción, llenando el aire los marciales acentos de sus músicas militares, de sus numerosas bandas de tambores y clarines, cuyos ecos repercutían en el pecho de cada uno de aquellos valientes. Al romper la marcha aquél, atronó el ámbito del campamento con vivas a la patria, al Ejército de los Andes, levantando en alto sus sombreros y pañuelos, mientras las ordenadas e imponentes columnas se alejaban y se perdían a lo lejos"

Músicos Militares de los Primeros Años de la Independencia
José Saura fue Tambor Mayor del Cuerpo de Arribeños. Uno de apellido Latorre, resulto Tambor Mayor en las Campañas del Alto Perú y Chile. José Pons, nacido en Buenos Aires en 1784, fue Tambor del Cuerpo de Artillería en el Alto Perú y luchando en Chile y Perú. Félix Bogado, que ostento el grado de Coronel, fue en sus principios Corneta de los Granaderos a Caballo. Domingo Lara, un negro longevo de cien años, resulto el Trompa a órdenes del Gral. San Martín en las batallas de Chacabuco y Maipú, pasando después al Perú y Ecuador, falleciendo en Buenos Aires a principios de siglo. El Sargento Moyano fue el Tambor Mayor del Regimiento N° 8 en el Ejército de los Andes. José Agapito Roco, fue Tambor Mayor del Regimiento N° 7 en el mismo ejército. Sargento Julián Ponce -1795-1890- nacido en Cosmes Provincia de Corrientes, fue Trompa del Gral. San Martín en San Lorenzo y realizo las campañas de Chile, Perú, Brasil y Caseros respectivamente. Sargento Miguel Chepoya, Trompa de órdenes del Gral. San Martín, sirvió en el ejército desde 1813 a 1826, regresando a Buenos Aires en Febrero de ese año junto con el Coronel Félix Bogado y otros granaderos.
El músico español Blas Parera -1776-1840-, vivió en Buenos Aires y Montevideo desde 1797 hasta 1818. Organizó bandas militares durante las Invasiones Inglesas y compuso varios Aires Militares durante ese período y posterior a  1810. La Asamblea le encargó la música de nuestro Himno Nacional, el 6 de marzo de 1813. Fue también autor de la música de numerosas marchas y canciones patrióticas compuestas en la época. Entre ellas una Canción Patriótica con letra de Fray Cayetano Rodríguez, que se cantaba en 1812 y cuyas estrofas decían
"A las armas corramos ciudadanos, Escúchese el bronce, óigase el tambor”
Fue impresa en Londres y sumamente difundida en Buenos Aires, la Banda Oriental, Entre Ríos y Corrientes. "El Censor" de Buenos Aires del 21 de enero de 1812, decía: "Es una hermosa marcha militar y la he visto cantar en Montevideo a un ejército de cinco mil patriotas con lágrimas de entusiasmo". Su actividad como organizador de bandas militares es evidente en un documento del Archivo General de la Nación de fecha Septiembre de 1815, en donde Parera aparece como "revisor de la música" en una compra de instrumentos realizada para el Batallón de Música Nº 7. 

Regimiento N° 11 General Las Heras
Este Regimiento tuvo su origen en el Cuerpo de Auxiliares Argentinos. Formado por soldados cordobeses y mendocinos, que en 1813 marchó en ayuda de los patriotas a Chile. El 8 de noviembre de 1814 fue creado el Regimiento 11 por decreto del Director Supremo Gervasio Posadas, transformándose en el núcleo del Ejército de los Andes, siendo la primera unidad militar con que contó el Gral. San Martín para comenzar sus ambiciosos planes de Libertad. Su primer Jefe fue el Teniente Coronel Don Juan Gregorio De Las Heras. El primero de agosto de 1816, el ciudadano mendocino Don Rafael Vargas, donó al Regimiento 11 su Banda de Música personal que estaba compuesta por dieciséis esclavos, transformándose en la Primer Banda De Música que tuvo el Ejército de los Andes. El 11 de octubre de 1910 por decreto del Presidente Figueroa Alcorta, se el otorga al Regimiento N°11 el nombre de "General Las Heras", reconociendo así a uno de los más inteligentes y valerosos colaboradores del General San Martin. Este Regimiento es actualmente custodio de la Bandera del Ejército de los Andes. En su museo pueden observarse los uniformes históricos, armamento de distintas épocas, maquetas y elementos ilustrativos de la historia sanmartiniana y de este cuerpo en particular.


Historia de la Marcha de San Lorenzo
Según cuentan fue escrita casi en su totalidad sentado en un banco de la plaza San Martín de Venado Tuerto por Cayetano Alberto Silva, creador de la Marcha San Lorenzo, en honor al Combate del mismo nombre y bautismo de fuego de los Granaderos de San Martín en el año 1813. Posteriormente la vida lo castigó y partió hacia Rosario, ejerció su profesión y terminó siendo policía. Al morir en 1920 por serios problemas de salud, esa institución le negó sepultura en el Panteón Policial por ser de raza negra, motivo por el cual debió ser sepultado sin nombre.
Sus restos fueron trasladados en el año 1997 al Cementerio Municipal de Venado Tuerto, a través de gestiones efectuadas por la Asociación Amigos de la Casa Histórica “Cayetano A. Silva”. Esta casa, sede del museo regional, Archivo Histórico y sede de la Banda Municipal tiene domicilio en Maipú 966 Venado Tuerto y este resulta el domicilio donde vivo su compositor.
El 6 de junio de 1944, conocido como el "Día D", los aliados iniciaron el desembarco de un ejército más de 150 mil soldados (73.000 norteamericanos y 83.000 británicos y canadienses) sobre las playas de Normandía.
Fue la batalla más devastadora de la historia. Al amanecer del día siguiente del final de los combates, el Comandante en Jefe de las operaciones, General Dwight David "Ike" Eisenhower caminaba pensativo observando la baja moral de sus tropas. Es que pese al triunfo aquello era dantesco. Los muertos y heridos se contaban por millares y el cansancio y la impotencia estaba haciendo estragos en esas almas.
Conocedor de su oficio, el General llamó a la banda, formó las tropas y dio la orden de ejecutar aires marciales para elevar la moral de los combatientes. No hizo falta mucho tiempo para que empezaran a resonar los sones de una marcha escrita muy lejos de allí y cuyo autor la ejecutara por primera vez en el violín para arrullar el sueño de su pequeña hija en febrero de 1901.

 Nuestra Marcha no sólo estuvo en Normandía, con el tiempo se hizo famosa en otros países, hasta ser ejecutada el 22 de junio de 1911 durante la coronación del rey Jorge V y con la autorización previa solicitada a nuestro país por el gobierno inglés. Lo mismo ocurrió para la coronación de la reina Isabel, actual soberana inglesa. Además, se ejecuta en los cambios de guardia del palacio de Buckinghan, modalidad que fue suspendida en el tiempo que duró la Guerra de las Malvinas. También fue tocada por los alemanes en París  durante la Segunda Guerra Mundial marchando por las calles de esa ciudad. Curiosamente también el general Eisenhower la hizo ejecutar (nuevamente) al ingreso triunfal del ejército aliado que liberara a los franceses.

www.bicentenario2010ra.com.ar 






viernes, 13 de junio de 2008

Bicentenario 1810-2010 Musical y Cultural

Organizacion del Bicentenario Argentino 2010
Comision Federal Autonoma del Bicentenario



Logotipo del Bicentenario Argentino


Objetivos Y Proyecto
Presentar estas músicas públicamente por vez primera en 185 años, rememorando los salones y tertulias de la época colonial, con danzas, atuendos y coreografías especialmente diseñadas para este evento, en concordancia a la realidad del pasado.
El carácter cultural del evento, sumado a la importancia histórica que poseen las músicas, las características especiales de su hallazgo, junto a la fecha en que serán presentadas, lo conforman en un acontecimiento único y realmente histórico.
Contemplar la realización del evento a partir del interés en su convocatoria en aquellos lugares físicos que nos resultan históricos por haber tomado parte activa y directa en los acontecimientos que conmemoramos. Es así que en la Provincia de Mendoza este evento pretende llevarse a cabo en la Localidad Sanmartiniana mas adecuada -Campamento EL Plumerillo - Casa de Gobierno- con la presencia de la Bandera de los Andes y la Banda de Música del Regimiento N 11, primer Banda del Ejercito Libertador que cruzara Los Andes junto al Gral. San Martin. En Rosario; contar con la Bandera de Belgrano, y en Buenos Aires con la capturada a la Fragata Inglesa Justine por el entonces Alférez Martin Miguel de Güemes.
Establecer un horario común con cronología en la presentación de sus músicas y danzas, estudiadas por nuestra etnomusicóloga Isabel Aretz durante los años 1950 al 51.
Lograr establecer la unificación de apoyos participativos, de todos los Organismos Tradicionalistas del país, como tronco de un ceibo en flor, que desde el centro se ramifique hacia todos los puntos cardinales de nuestra tierra. Para ello se ha creado de hecho la Comisión Federal Autónoma del Bicentenario 1810-2010, reuniendo en ella a las voluntades activas en participar con la difusión del presente proyecto.
Programar una participación activa local y regional, que incluya la presencia de nuestras etnias, a partir de su incorporación en vivo con representación de su cultura nativa.
Difundir el conocimiento de la propuesta sobre la totalidad de medios de comunicación social, haciendo conocer la libre participación de todos los ciudadanos procedentes de todas las gamas sociales dentro y fuera del país.
Crear un distintivo especial en homenaje a nuestro Bicentenario, que perdure en las generaciones futuras de argentinos, como recuerdo histórico de la época en que se pretendió unirnos a través de la cultura, intentando establecer un antes y después de nuestros 200 años. Un logotipo de Bicentenario 1810-2010 que en definitiva reúna en su simple imagen la esperanza y pasión por una verdadera identidad nacional buscada y necesitada, un Armado del Bicentenario 1810 2010 entre todos y para todos.
Establecer una información de contacto para el Bicentenario 1810-2010 , permanente con la totalidad de aquellos que motivados por la inquietud de ampliar su conocimiento, así lo requieran. Invitando a ser participativos de todas las etapas restantes, hasta llegar al día fijado para su presentación.
Lograr una red radial federal bicentenaria y participativa, de todas las instancias previas al armado del mayor evento cultural de nuestra historia, que por meta única pretende abrir el libro jamás leído sobre el origen de nuestra cultura musical.
Realizar por primera vez en 185 años la presentación histórica de músicas y autores desconocidos, pero responsables demostrado, que posibilitaron a otros ser reconocidos como maestros de nuestra historia. Sin el animo de pretender desmerecer sus actuaciones ni las obras consagradas, resulta necesario conocer el origen primario de nuestra música que hicieran posible esos logros. Demetrio Machado, Antón Peluca, Manuela San Martin y otros autores anónimos argentinos, pasaron silenciosamente por el entorno y contenido de una historia cultural que no guardo un sitio para ellos y ciertamente son merecedores de su reconocimiento. Escuchar y ver danzadas las músicas El Cielito, el Minué Montonero, Tristes, El Minué del 25 de Mayo, El Himno a La Pola, músicas dedicadas a Doña Gregoria Madera de Genela, directora de la primer Escuela Lancasteriana instalada en Buenos Aires que abría sus puertas y corazón a la enseñanza gratuita y básica en lectura y escritura de nuestros paisanos, merece un tratamiento especial en agradecimiento por todo lo hecho en nuestro beneficio. Todas estas músicas conforman la realidad de lo bailado en nuestros salones y tertulias del año 1800, cuando la revolución se gestaba apenas en susurros.
Reafirmar la vida y obra de Isabel Aretz a quien debemos el estudio de las músicas, y a Policarpa Salvarrieta, La Pola; heroína colombiana a quien también ha consagrado la historia Latinoamericana como figura en las luchas por la Independencia, siendo recordada a través de la música en la tradición oral tucumana, junto con los manuscritos musicales históricos resguardados por 180 años, donde aparece su himno inmortal y anónimo, manuscrito por la mano de algún patriota y músico argentino de aquella época.

Lugares Historicos de la Revolucion de Mayo

Se contempla la realización de esta presentación a partir del interés en su convocatoria, en aquellos lugares físicos que nos resultan históricos por haber tomado parte activa y directa en los acontecimientos que conmemoramos. Es así que en la Provincia de Mendoza este evento pretende llevarse a cabo en la Localidad Sanmartiniana mas adecuada -Campamento EL Plumerillo - Casa de Gobierno- con la presencia de la Bandera de los Andes y la Banda de Música del Regimiento N 11, primer Banda del Ejercito Libertador que cruzara Los Andes junto al Gral. San Martin. En Rosario; contar con la Bandera de Belgrano, y en Buenos Aires con la capturada a la Fragata Inglesa Justine por el entonces Alférez Martin Miguel de Güemes.Establecer un horario común al evento con cronología en la presentación de sus músicas y danzas

Alfredo Alberto Carbano
Organización Bicentenario 2010
Comision Federal Autonoma del Bicentenario 1810-2010
http://www.bicentenario2010ra.com.ar/

Comision Federal Autonoma del Bicentenario Argentino
Musicas de Nuestra Independencia
Historia del Hallazgo de las Musicas
Aproximadamente en el año 1845 llega al país un inmigrante español de nombre Manuel Ruibal, que rápidamente logro adaptarse a los efectos del desarraigo del terruño natural, estableciéndose de manera definitiva, al igual que la mayoría de otros inmigrantes europeos.
Demostrando inquietudes y deseos de progreso, se aboco a estudios en la Facultad de Medicina, recibiéndose de farmacéutico en el año 1875. Practico su profesión y resulto ser el fundador de la Primera Sociedad de Farmacia Nacional Argentina Bonaerense que se instalara entre nosotros.
No obstante su actividad, a la que dedicaba tiempos completos; demostró ser poseedor de un inagotable espíritu emprendedor en su afán de resultar útil al país y a la sociedad que lo había recibido. Esto lo llevo posteriormente a fomentar las industrias rurales, convirtiéndose y trabajando como hacendado en la Provincia de Buenos Aires, logrando destacarse en diferentes exposiciones ganaderas con presentaciones de productos de primer orden.
Esta ultima actividad, lo llevo a la necesidad de viajar al interior del país recorriendo distintas provincias, primordialmente la región cuyana, centro y el litoral argentino, donde rápidamente se convirtió en un personaje reconocido y querido por los habitantes y lugareños de aquellas poblaciones.
Aquí, es donde comienza a tomar curso el descubrimiento de nuestra historia cultural perdida. La actividad relacionada con sus viajes, le permitió desarrollar un dualidad de funciones, la tarea propia de su trabajo en primera instancia, y la practica de su afición personal en segunda; "adquirir músicas e instrumentos musicales antiguos".
Al respecto de su afición, durante sus primarios viajes por el interior del país, recorría negocios y casas particulares por derivación de aquellos, interesado en adquirir los instrumentos musicales, convirtiéndose en un coleccionista y conocedor destacado. Tan activa resulto su actividad en este sentido, que tiempos mas tarde ya no necesito desplazarse personalmente para la búsqueda, pues al enterarse los pobladores que Don Manuel estaba en el pueblo, le acercaban los instrumentos y piezas de música variadas al lugar donde este se hospedaba.
Fue así que en uno de sus viajes a la Provincia de Mendoza, le ofrecen un clavicordio de caoba procedente de la época colonial, instrumento que adquiere, embala y envía a Buenos Aires en el estado en que se encontraba. Tiempo después, retornado de aquella provincia, desembala el objeto adquirido y procede con una detallada revisión, notando que necesitaba pequeñas reparaciones para quedar en optimo estado.
Abocado a esta tarea como simple aficionado y luego de haber desarmado parte de su estructura de caoba, encuentra en el fondo interior del instrumento, volcados a modo de perdidos, una variedad de partituras musicales antiguas, así como otra gran variedad de manuscritos sobre partituras de grueso hilo, algunas de ellas con marcas de agua de 1813, donde se plasmaban estudios diversos y practicas iniciales de teoría y solfeo de la música.
De modo es, que gracias a la afición coleccionista de un inmigrante español, se logra recuperar de la perdida u olvido accidental, el origen cultural de nuestra música nacional, y con ellas la verdadera historia de músicas simples y artistas desconocidos, piezas hasta sin riquezas comparativas con otras de igual periodo procedentes del continente europeo, pero nuestras por sobre todo..!.
Aquellas que inicialmente fueran tocadas en salones y tertulias, donde se discutía en susurros la revolución, aquellas que probablemente llevaran las Bandas de los Regimientos N°8 y N°11 de San Martin durante las campañas libertadoras de Chile y Perú, vitoreadas, oídas y danzadas durante las antiguas retretas al aire libre. Aquellas que enriquecidas por nuevos caudales musicales e incrementadas por el profesionalismo adquirido de sus músicos, terminaron diseminándose por Latinoamérica como sinónimo de una nueva identidad cultural, gestada en los orígenes de la libertad de expresión de nuestro pueblo

El Verdadero Bicentenario Argentino


Organizacion del Bicentenario 1810-2010
ALFREDO ALBERTO CARBANO

Homenaje a los Heroes Caidos en Malvinas


"La Patria es un bien natural otorgado por Dios, que como Argentinos debemos defender, hasta el limite de dar la vida si fuera necesario"